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miércoles, 30 de marzo de 2011

Encuentros cercanos con un tipo de tercera.

Hay algo que tienen que saber de mí: estoy soltera. Ese no necesariamente es un problema, claro está.  La cuestión con eso es que tengo tres requisitos fundamentales para  un próximo postulante.

Y probablemente la razón por la cual sigo en el estado en el que estoy.
1.       Tiene que ser más grande que yo.
2.       Tiene que comer tanto o igual que yo.
3.       Tiene que gustarle el cine.

A primera vista los tres requisitos no conllevarían ningún inconveniente. Pero cada uno de los ítems es fundamental y totalmente excluyente. Por ejemplo, es un pibe divino, le encanta salir a comer y come como una bestia, es fan de todas las series del mundo y un cinéfilo total, pero… tiene 21. Perdió. Es así, automático. La libido baja hasta niveles bajo cero. Y no es algo que pueda controlar, sencillamente está comprobado. Y dudo que haya forma de cambiarlo. No es de mala ni complicada, es que sencillamente no sé si puedo cargar con el peso de alguien menor.

Segunda posibilidad: me cae un pibe de 29, genial, bárbaro, no mira mucha tele, pero le gusta ir al cine, no es fanático, pero cualquier pochoclera le cae bien.  Bienvenido sea, tampoco necesito un erudito para sentirme bien, convengamos que a mí me gusta el cine bastante pedorro también. Todo genial. ¿El problema? Solo come ensalada. Yo soy una de las que cree que Homero Simpson es palabra santa y cuando canta con sus maracas: “No vives de ensalada, no vives de ensalada…” yo le creo. Aparte siendo una chica grande no puedo darme el lujo de aplastar a un flacucho vegetariano.

Tercer posibilidad: ponele que aparece un tal “equis” (no quiero escrachar a nadie) y el pibe es buena onda, hasta está bueno, es interesante, no estudia administración de empresas por lo cual suma un par de puntos extra,  es más grande, hasta es más alto que yo (sigue sumando puntos), “masssomenos” nos gusta la misma música, y no le cae muy bien el reggaeton, genial. Sigue sumando puntos a mi lista imaginaria. Un día me llama para invitarme al cine, porque como yo estudio cine seguro cree que es el mejor plan.  ¡ERROR! Y uno grave. Pero sigamos. Ok, vamos al cine y me dice “elegí una RE buena película” y me lleva a ver “El Origen” (Inception). De acá en adelante el pibe va en picada.

“El Origen” no es una buena película, que quede claro. A mí no me jode ir a ver una mala peli, siempre y cuando sepa a qué me estoy exponiendo.  Yo, personalmente, soy la reina de las malas películas pero siempre sabiendo que es mala y difrutándola por ello. Pero cuando alguien me dice que me va a llevar a ver una buena y me lleva a ver “El Origen” me desconcierta.  La peor parte, es que el pibe ya la había ido a ver la semana anterior.  Así que nos sentamos en el cine.

Pochoclo no como, porque me enferma cualquier comida ruidosa que se consume en el cine (nachos ¿a quien se le ocurre?). El pibe con su pote gigante de pochoclos salados encima (si fuesen dulces, bueno, pero ¿salados? PUAJ). En las publicidades previas (que es mi momento preferido del cine) el pibe se me pone a hablar y no se acuerda quiénes son los actores de la película que él ya vio. Nop, a Leonardo DiCaprio no lo tengo, me dice. Ok, ya no podemos seguir hablando. Yo miro la pantalla intentando absorber información sobre los próximos estrenos mientras el pibe me pregunta si me pasa algo. Sí, me pasa algo, quiero ver la película y quiero que vos desparezcas.

Intento disimular mi mal humor y le pregunto que films le gustan. Me contesta que su preferida es “El Código Da Vinci ”. Genial, lo que necesitaba, y no solo eso. Si no que le parecía aún mejor la otra de Dan Brown (literalmente lo dijo así, como si Dan Brown la hubiese dirigido). “Ángeles y Demonios” digo yo. Y me dice “sí, esa”.

Quizás soy exquisita, pero tengo una teoría en cuanto a la lectura que fácilmente puede aplicarse al cine: antes de leer basura, digamos… como Dan brown, Coelho, Bucay, Choprah, Steele, etc., prefiero que no lea. Nuevamente mi problema no es que lea basura per se, mi problema es que los consumidores de basura no sepan que están consumiendo basura. En el cine es igual.

Ok, a este punto de la historia ya quería levantarme, meterle sus pochoclos salados en la boca e irme a ver cualquier otra película con tal de no tener a este salame cerca. Pero lo peor todavía no había pasado. Me senté cómodamente en mi butaca, mientras escuchaba los crunchidos del pochoclo salado, intentado disfrutar el largometraje sin importar cuál era. Ok, aparece Marion Cotillard (medio punto arriba) y hay un chiste “interno” por el cual ellos escuchan a Edith Piaff (siempre amé la intertextualidad en el cine). Genial, todo genial. Cuestión: mi cita cada 5 segundos me preguntaba si me estaba gustando la película, y si yo creía que tal o cual se iban a morir. Creyéndose muy capo por ya saber el final.

Luego de padecer el film, le mentí diciéndole que me tenía que ir a cenar con mi familia, lo cual en parte era verdad, pero no me esperaban y huí para nunca más volver.

Sé que este blog no es quierounacita.com pero, ante todo, quiero decir que cualquier hombre que no cumpla a rajatabla con los 3 requisitos detallados, por favor absténgase de conocerme.


Mica Svido, marzo de 2011.

4 comentarios:

  1. Jajajaja está bueno esto!
    The real life!

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  2. Okey,
    No comprar pochoclos salados, CHECK.
    No ir a ver El Origen, CHECK.
    No hablar en las peliculas, CHECK.

    Segura que eran solo 3 requisitos???

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  3. Mi tio tiene 42, come como un troglodita después de una semana a dieta, y tiene un home theater con BlueRay... en el baño.
    Aplica?

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  4. totalmente de acuerdo con fres..
    quiero una lista detallada de los requisitos verdaderos, la VERDADERA LISTA!

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